14 nov 2011

Termostato


Voy tibia.
Me dicen que me enfríe,
que tengo que querer
no querer más.

Y sí, debería.

PERO
(aunque la verdad, ya cambié)
¿No se supone
que si una quiere
no puede elegir
no querer?

ES DECIR:
El deseo
es causa y efecto.
Al momento en que una quiere
ya no puede,
simplemente,
pasar de sí a no,
DES-SOLAPAR
la tripa
y estar, de repente,
queriendo no querer.

LAMENTO
el panorama;
y entiendo que reclama
el invento de un bastón.
Pero al intento
de bajar
el termostato
me choco un refilón
de la misma realidad
que trataba de apagar.


Así que voy tibia
ESPERANDO
querer no querer más.

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